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Infojus Noticias

25-3-2015|18:35|Causa CNU Nacionales
Este año se enjuiciará a diez civiles y un militar que integraban la CNU

“Las recusaciones son estrategias dilatorias para no llegar al juicio”

Lo dijo a Infojus Noticias Daniel Adler. Es el fiscal general que investiga los crímenes de la Concentración Nacionalista Universitaria (CNU). Seguirá al frente de la causa porque el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata denegó la recusación en su contra pedida por uno de los imputados y el abogado de otros dos.

  • “Los imputados son juzgados con todas las garantías del debido proceso", dijo Adler. Foto: Télam.
Por: Laureano Barrera

El fiscal general Daniel Adler seguirá al frente de la investigación por los crímenes de la Concentración Nacionalista Universitaria (CNU). En un fallo unánime, los jueces Víctor Bianco, Elvio Osores Soler y Luis Imas del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, concluyeron que “ninguno de los motivos invocados” en la recusación de uno de los imputados y el abogado de otros dos, alcanzan “para sostener, al menos hasta el presente, que el señor fiscal ha perdido la imprescindible objetividad”. En diálogo con Infojus Noticias, después de conocer la resolución del tribunal, Adler dijo que “las recusaciones son casi siempre estrategias dilatorias para no llegar a los juicios. Los jueces y fiscales debemos evitarlos”. Y concluyó que “los imputados son juzgados con todas las garantías del debido proceso, mediante una justicia que ellos negaron cuando eran funcionarios judiciales: la única justicia de la dictadura era la justicia sumaria en las calles”. Este año, se llevará a cabo el juicio a diez civiles y un militar que integraban aquella organización en Mar del Plata.

La CNU fue una organización de extrema derecha que operó en algunas universidades –La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca- asesinando militantes de izquierda o peronistas de la Tendencia Revolucionaria. En Mar del Plata la organización mató a, por lo menos, ocho personas: la madrugada del 21 de marzo de 1975 fueron asesinados Enrique Elizagaray, Bernardo Goldemberg y Guillermo Enrique Videla y sus hijos Jorge Enrique y Jorge Lisandro.

El hombre que recusó a Adler, Gustavo Demarchi, era fiscal federal de la ciudad en el tiempo de los asesinatos. De acuerdo a la investigación federal, fue “el jefe u organizador en el delito de asociación ilícita, y coautor de homicidio”. También fue acusado por la privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia y el homicidio calificado de María del Carmen Maggi, la decana de la Facultad de Humanidades.

En 2009, luego de resolver que se trataban de delitos de lesa humanidad –habían utilizado una estructura facilitada por el Estado- la justicia empezó a detener por asociación ilícita a los miembros de la CNU que habían operado en la ciudad Feliz. Cayeron, sucesivamente, Raúl Viglizzo, Marcelo Arenaza, Juan Carlos Asaro, Juan Pedro Asaro, Luis Roberto Coronel, Mario Ernesto Durquet, José Luis Granel, Roberto Alejandro Justel, Raúl Rogelio Moleon, el ex fiscal Gustavo Demarchi y el militar retirado Fernando Alberto Otero.

El 4 de diciembre del año pasado, Demarchi –que ejercía entonces su propia defensa- pidió la recusación del fiscal general marplatense por siete razones. Entre ellas, que se “inmiscuía en la instrucción y amenazaba al fiscal para que firmara sus escritos”, que debía honorarios, que lo amenazaba y hacía “alarde de poder y odio contra su persona”, que intentaba “cooptar detenidos” y también por integrar Justicia Legítima. Cinco días después, el abogado Andrés Barbieri –defensor de dos imputados Juan Carlos Asaro y Luis Roberto Coronel- se sumó al pedido y lo acusó de ser nombrado “en forma irregular”.

A principios de marzo, el tribunal convocó a una audiencia para escuchar a las partes. Adler se defendió asegurando que la recusaciones eran extemporáneas –habían demorado quince días en recusarlo, cuando la ley prevé dos-, y las rebatió una por una. Los organismos de derechos humanos cuestionaron los planteos legales asegurando que eran, en realidad, "tecnicismos dilatorios" para postergar el juicio. El tribunal analizó las pruebas y los argumentos de las partes, y aunque estaba prevista una segunda audiencia, las consideró insuficientes “para torcer el rumbo de la decisión” y concluyó que “no tiene sentido celebrar la audiencia”.

Demarchi es, a esta altura de la causa judicial, un recusador serial: ya había pedido apartar a los integrantes del Tribunal, a otro funcionario del Ministerio Público, a jueces de cámara, y también a Adler, en varias oportunidades. Incluso, los jueces citaron una resolución del 13 de octubre de 2010, donde cuatro de las siete acusaciones esgrimidas por Demarchi ya habían sido rebatidas por la Cámara de Apelaciones. Por su pertenencia a Justicia Legítima, los magistrados resolvieron que “en modo alguno puede generar el apartamiento que pregona, pues por vía del absurdo también podría objetarse a quienes integran la Asociación de Magistrados”. Este año, los acusados deberían ir al banquillo.

LB/RA

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