En diciembre de 2012 los delitos se duplicaron en relación con la media mensual. El perito criminalístico Raúl Torre dijo a Infojus Noticias que “en Año Nuevo corre más alcohol y aparecen hechos graves: accidentes, homicidios culposos, imprudencias con armas de fuego". Los femicidios crecen en enero, como "efecto de las Fiestas".
Hay quienes afirman que los delitos aumentan en las fiestas. Algunos medios de comunicación son la principal voz: dicen que los delincuentes, potenciados por el frenesí del calor, el alcohol y las drogas, encuentran su caldo de cultivo para cometer más ilícitos. Ciertos crímenes alimentan esos informes, que suelen aparecer en la primera plana de los noticieros televisivos. En el barrio de Flores, a las dos de la madrugada del martes 24, un cabo de la Policía Federal disparó a sangre fría a un vecino que, junto a otros, cortaba la calle en la intersección de Avenida Directorio y Quirno. Protestaban por los cortes de luz. El policía, identificado como Nicolás Encinas, estaba de civil y usó su arma personal contra Ángel Duarte, que murió horas después. Quedó detenido y procesado por el asesinato.
¿Aumentan los delitos a fin de año? Según un estudio de la Corte Suprema de la Nación, en diciembre del año pasado los delitos se duplicaron en relación con la media mensual. El juez Eugenio Raúl Zaffaroni lo atribuyó, fundamentalmente, al mayor consumo de alcohol, “factor criminógeno” por excelencia, y al contenido emocional de la época, pero no a una mayor inseguridad. Y remarcó que es una tendencia que ocurre año a año.
Para el perito criminalístico Raúl Torre, hay dos noches emblemáticas en el imaginario popular. Una, es la noche de Navidad. “Suele ser tranquila, no hay muchos conflictos”, señaló a Infojus Noticias. Pero la noche de año nuevo es fatídica. Son horas del desasosiego. “En Año Nuevo, los festejos se multiplican. Corre más alcohol. Y aparecen hechos graves, como accidentes, homicidios culposos, imprudencias con armas de fuego. Si uno va a una morgue, es bien ilustrativo. En la noche de Navidad, se hacen entre dos o tres autopsias. En cambio, en la noche de año nuevo, ocurren entre quince y veinte”, enfatizó el perito.
Si bien las cifras de femicidio no suelen crecer a fin de año, sí lo hacen a posteriori. Fabiana Tuñez, de la Asociación Civil “La Casa del Encuentro”, dijo que en las fiestas hay momentos de reunión y que los conflictos estallan inmediatamente después. “El incremento de la violencia se ve en los primeros meses del año. En las Fiestas hay episodios de agresión y los vínculos de violencia se potencian, aunque nuestros informes marcan que los estallidos suceden después. En enero, mayormente. Allí hay un brote de violencia contra las mujeres que es significativo. Nosotras creemos que es un efecto de las Fiestas”, dijo Tuñez a Infojus Noticias.
La coordinadora general de “La Casa del Encuentro” lo explicó de la siguiente forma: “En general, los fines de semana no hay tantas denuncias como las que hay que los lunes. Es como un efecto. Después del día de la madre, sucede lo mismo. Y con las fiestas igual: las discusiones aparecen como una respuesta a esa violencia que empieza a desatarse en los últimos días del año. Hablamos de todo tipo de violencia: física, psicológica y hasta femicidios. Las fiestas son disparadores de mayor crueldad contra las mujeres. Aparecen preguntas como “por qué hablaste con tal persona”, o “con quién te fuiste a festejar”, y son nudos de conflicto que se incrementan en los festejos. Hay una sobreexigencia masculina por canalizar su componente impulsivo, algo que se enciende con las fiestas en el contexto grupal y familiar y que se efectiviza en la concreción del acto violento contras las mujeres”.
Respecto a este punto, desde la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de la Nación, admitieron que hay mayores denuncias por un tipo de delito: el impedimento del contacto con los niños. Desde allí, remarcaron que la violencia recae más en los hombres que en las mujeres. “El hecho en sí mismo es un delito alarmante. Sucede cuando el padre se llevó a sus hijos para navidad o para pasar año nuevo y no le devuelve los hijos a la madre, por ejemplo. Eso en sí mismo constituye una violencia familiar, acompañada de una violencia combinada, que es un llamado telefónico respondido de una forma inadecuada. A veces, también, es una violencia que dispara otras violencias futuras”, dijeron desde la oficina.
Otros tipos de delitos
Hacia las fiestas, según el perito Torre, hay dos delitos que suelen ser dos clásicos de fin de año: la estafa a las compañías de seguro y el llamado “escruche”.
“La estafa a las compañías de seguro se realizan bajo la práctica de incendios intencionales. Particulares incendian galpones de sus empresas y los hacen pasar como accidentes. Pero este delito ya se hizo tantas veces que las compañías se avivaron y los identifican fácilmente”, señaló Torre. Por otra parte, dijo que el “escruche” –el robo por extracción- es un delito más vigente. “Ocurre tanto en las fiestas como después de ellas. No es por robo a mano armada. El mecanismo supone un plan de inteligencia que es llevado rápidamente a la acción. Los delincuentes estudian que los habitantes de la casa dejen vacío el hogar y así se planifica el robo. Se violentan puertas y ventanas para llevarse los objetos”, explicó.
A su vez, dijo que suele haber un aumento del suicidio en la época de las fiestas, asociado a “la gente que se queda sola, que suele deprimirse y agrava los conflictos interpersonales en su fuero interno”. Y agregó que en los últimos días del año existe una conflictividad social en ascenso: “En nuestro país, todo el año hubo una gran situación de violencia interpersonal. Eso crece en las fiestas. Los casos de femicidios, en este sentido, son alarmantes”