Mangeri seguirá preso: lo confirmó la Cámara del Crimen
El tribunal resolvió así las apelaciones sobre el procesamiento y la preventiva, los planteos de nulidad del ADN y la declaración testimonial del único acusado por el crimen de la adolescente de 16 años.
El “homicidio simple” es un delito que contempla una pena de 8 a 25 años.
Télam.
La Cámara del Crimen confirmó el procesamiento y la prisión preventiva de Jorge Mangeri, único imputado por el crimen de Ángeles Rawson. Los jueces rechazaron los planteos de nulidad planteados por la defensa y cambiaron la calificación legal de “homicidio agravado por alevosía” a “homicidio simple”, un delito que contempla una pena de 8 a 25 años.
El plazo del que disponía la Sala VI de la Cámara para expedirse había vencido ayer. Los jueces Mario Filosof, Ricardo Pinto y Marcelo Lucini, rechazaron todos los pedidos de nulidad realizados por la defensa de Mangeri.
En la audiencia realizada el martes de la semana pasada ante la Cámara, el fiscal general Ricardo Sáenz había defendido todas las actuaciones de la fiscalía
En aquella audiencia, el abogado querellante, Pablo Lanusse, pidió formalmente ampliar la acusación a Mangeri a “homicidio criminis causae”. Es decir, un crimen cometido para ocultar otro delito. En este caso el de un intento de abuso sexual. La Cámara no se expidió sobre el pedido de Lanusse pero decidió rebajar la carátula a “homicidio simple”.
El abogado defensor Marcelo Biondi había pedido la nulidad del procesamiento de Mangeri y de todo lo actuado por la Justicia después de la declaración testimonial que le tomó la fiscal Paula Asaro al acusado. Para la defensa, se trató de una “indagatoria encubierta”. Hace algunos días Biondi adelantó que si los jueces confirmaban el procesamiento del encargado recurrirán a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Con la confirmación del procesamiento la causa quedó a un paso de la elevación a juicio oral.
En su procesamiento, el juez de primera Instancia Javier Feliciano Ríos consideró que Ángeles “intentó defenderse a partir de lo cual quedaron rastros genéticos debajo de las uñas” de los dedos índice, anular y mayor de su mano derecha. “Una de sus últimas acciones en vida fue la de defenderse contrayendo su dedo y manos con el fin de arañar a su agresor”, dijo.
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