Lo dijo el cura “Bachi” Britez en la inauguración del Centro de Acceso a la Justicia en el barrio Almafuerte, más conocido como “Villa Palito”. La apertura se formalizó en un acto en el que participaron Julián Álvarez, secretario de Justicia de la Nación; María Florencia Carignano, subsecretaria de Acceso a la Justicia, y el intendente local, Fernando Espinoza. “Los CAJ son la herencia del padre Mugica”, aseguró Álvarez.
El primer Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) emplazado en el distrito más grande del país, La Matanza, quedó inaugurado este mediodía en el barrio Almafuerte, más conocido como “Villa Palito”. La apertura se formalizó en un acto en el que participaron Julián Álvarez, secretario de Justicia de la Nación; María Florencia Carignano, subsecretaria de Acceso a la Justicia, y el intendente local, Fernando Espinoza. Eduardo García, obispo de la diócesis de San Justo, fue el encargado de bendecir la sede. El anfitrión de la jornada fue el sacerdote Basilicio “Bachi” Britez, que planteó la posibilidad de que existiera un CAJ allí. Es el número 70 que abre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
“El padre Bachi, que es el cura villero de acá, nos dijo ‘la Matanza necesita un CAJ y tiene que ser con nosotros, y acá estamos. Muy contentos”, dijo Carignano a Infojus Noticias. La inauguración se llevó a cabo en el primer piso de la parroquia San Roque González, en la entrada del barrio, a una cuadra de Camino de Cintura. También estuvieron Débora Oliva, directora Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, entre otros funcionarios y representantes políticos locales. Afuera, 1500 personas seguían el acto por pantalla gigante y festejaban con canciones al ritmo de los bombos. En el comedor del espacio religioso las familias disfrutaban de un guiso preparado por las mujeres que trabajan junto a Bachi.
“Esto va a acercar a la gente lo que muchas veces estuvo lejos o era sólo para algunos”, explicó el padre Bachi a Infojus Noticias, tras la inauguración. El cura es uno de los líderes del barrio, que es una de las villas matanceras más grandes con más de diez mil. Bachi nació en el bajo Belgrano, pero se crió en Palito cuando a su familia la desalojaron de la ciudad de Buenos Aires durante la última dictadura. Hoy tiene su casa al lado de la parroquia.
Cuando fue su turno para hablar, Álvarez dijo: “Esta inauguración es la conjunción de distintos hechos hermosos que son característicos de esta época. Los CAJ son la herencia del padre Mugica, pero también la herencia del trabajo que hacía la propia Presidenta cuando era estudiante de Derecho y después como abogada hacía asesoramiento jurídico en territorio”.
La sede viene trabajando desde fines del año pasado. La posibilidad de que los hombres, mujeres y niños de La Matanza puedan acceder a un documento nacional de identidad fue uno de los mayores logros en esta primera etapa de arranque. “Acá vienen 500 personas que pueden acceder a documentación, prótesis, remedios, entre otros trámites. El DNI es lo más importante, dice quien sos, es la identidad. En el barrio hay muchas personas de Paraguay, Chile y Bolivia que no tenían acceso a un documento”, agregó el cura. Y dijo: “Hay un lugar para todos. Demostramos que la Justicia no es para unos pocos”.
Villa Palito es un barrio modelo en términos de urbanización. Los propios vecinos encararon la problemática y se organizaron en cooperativas para poder acceder a viviendas con servicios básicos y calles asfaltadas. En una acción conjunta con el municipio local, empujaron el Plan de Urbanización y la creación de su Unidad Ejecutora de Urbanización de Villas y Asentamientos. Comenzaron con 12 casas construidas por las cooperativas y hoy en día son 12.000.
En sus discursos de hoy, Álvarez y Espinoza recordaron la importancia del trabajo de Alberto Balestrini para que el sueño de los vecinos se convirtiera en una realidad. “Hoy estamos urbanizando cinco villas”, dijo Espinoza. Y comparó su gestión con la de Mauricio Macri en la ciudad. “No urbanizó ningún barrio con 20 veces más de recursos”, dijo.
Los CAJ son espacios de acompañamiento a la comunidad en los que se brinda asesoramiento y orientación profesional para garantizar el pleno ejercicio de los derechos y la igualdad de oportunidades. Cuentan con equipos interdisciplinarios, compuestos por abogados, psicólogos, trabajadores sociales y mediadores comunitarios. Desde allí se coordinan acciones conjuntas con organismos nacionales, locales y programas sociales de alcance nacional, con el objetivo de dar respuestas rápidas y efectivas a las necesidades de la comunidad.
Conforman una red federal de acceso a las políticas públicas y canalizan las problemáticas sociales en los barrios. Con este nuevo Centro de La Matanza ya suman 70 las sedes, y ya son más de 110 teniendo en cuenta los que funcionan bajo la modalidad itinerante.
MFA/RA