Infojus Noticias

Milagros llegó al juzgado de Luis Zelaya con su madre Liliana, su hijo Eric, y una prueba sólida para blindar su relato: una cicatriz horizontal de dos centímetros en el cuello. En una hora de declaración, contó con lujo de detalles cómo Lucas Azcona, el hombre que reconoció en los videos y las fotos que se dieron a conocer, la atacó con un arma blanca –quizás un bisturí- y estuvo a punto de degollarla. Después declaró Vanesa Sandoval, la compañera de trabajo que más conoció al sospechoso, y reveló detalles importantes sobre su comportamiento y su genio: un joven parco, retraído y trabajador, que la mañana del crimen de Nicole Sessarego Bórquez llegó bañado en sangre diciendo que le habían robado. Mañana seguirán el desfile de testigos para esclarecer el crimen de con un caso extraño: un hombre que llamó al juzgado para ofrecerse como testigo porque, según adelantó, dice que vio al atacante y que trató de impedir el asesinato de la estudiante chilena.

“Las de hoy fueron dos declaraciones muy contundentes”, dijo a Infojus Noticias Patricia Anzoátegui, que junto a Julio Cisterna representan la querella de la familia de la joven. “Milagros contó cómo la atacó, con la misma ropa que llevaba en el crimen de Nicole. Y la compañera de trabajo dio detalles muy importantes sobre su personalidad y sus costumbres”.

El viernes pasado, otras dos jóvenes reconocieron ante la Justicia a Azcona como el hombre que las atacó en la zona sur del conurbano bonaerense. Dijeron que siempre vestía la misma ropa y tenía el mismo modus operandi. Débora (20) y Cinthia (18) "hablaron del gorro, de la ropa negra, que llevaba cadenas en el pantalón y de toda una serie de elementos que coinciden", explicó Anzoátegui. "Parece haber un ritual en vestirse para ir a cazar", remarcó la abogada. Y consideró que Azcona buscaba a chicas "muy similares a Nicole" y repetía "la forma de ataque” a las mujeres.

La vida de Milagro

Milagros había contado el episodio la semana pasada, de espaldas a cámara, en C5N, pero hoy lo ratificó en el expediente y sumó algunos detalles. Mientras declaraba ante el juez Luis Zelaya, su hijo de nueves meses daba los primeros pasos de la mano de Lili, su madre. “Desde el día del ataque, ya no sale sola de casa, y menos con su hijo. Sólo quiere salir conmigo”, le contó su madre a Infojus Noticias.

El pequeño Eric, nacido nueve meses atrás, es inquieto: para cansarlo, y dormirlo, Milagros solía sacarlo a caminar. Milagros tiene tres hermanas y dos hermanos, y tuvo que dejar el primer año de la escuela secundaria cuando quedó embarazada. La noche del 31 de julio, fue al kiosco con su hijo en brazos para comprarle una barrita de cereal. De golpe fue abordada por un pibe que vestía igual que Lucas Azcona en las cintas donde acecha a Nicole. Era a 50 metros de la casa donde el detenido vivía con sus abuelos. Primero Milagros pensó que la quería robar, pero después la manoseó y le exigió que le diera al bebé. La joven se desesperó y empezó a gritar, el niño también lloraba. “Él le levantó el cuello y le hizo un corte. Le dieron cuatro puntos”, contó su madre.

Azcona salió corriendo en dirección contraria a su casa. Los chicos del barrio, que conocían a Milagros, salieron a buscarlo por su vestimenta. No lo encontraron. La chica lo contó como un robo en el hospital donde la cosieron.

Cuatro meses después de esa noche, Milagros lo reconoció en los videos por la forma de caminar. “Me llamó y me dijo que era el chico que la había atacado. Cuando vio su foto en la tele, se largó a llorar”, recordó Liliana.

Cuando salió del despacho, a Milagros se la notaba más tranquila, aunque estaba preocupada porque los investigadores le habían pedido que les diera acceso a su Facebook. Atrás suyo se iba Jorge Borgo, el abogado particular de Azcona: el segundo testimonio sumaría certezas sobre la autoría material de Azcona en el crimen de la joven chilena. El jurista adelantó que por ahora, no está en sus planes cuestionar la casi probada responsabilidad en el “femicidio agravado por premeditación y alevosía”.

Su compañía más íntima

La segunda testigo de hoy fue Vanesa Sandoval, la compañera que más conocía la intimidad de Azcona en la empresa de limpieza que trabajaba. “Yo lo vi llegar con el brazo bañado en sangre”, le dijo a Infojus Noticias antes de ser llamada por el juez. Su declaración duró dos horas y media y sirvió, entre otras cosas, para corroborar las heridas con las que Azcona llegó a trabajar la mañana del 15 de julio, unas horas después de salpicar con su sangre la vereda de edificio de la víctima. “Llegó con la cara toda colorada, como si se hubiera secado sangre. Yo le dije que se lavara la cara y le presté mi teléfono para que buscara la clínica donde atiende la ART.

Fue cuando Azcona le inventó a ella la coartada del robo. “Me dijo que se había quedado dormido en el subte, y que se había bajado en Primera Junta. Cuando empezó a caminar lo quisieron robar, él se defendió y ahí lo cortaron”, recordó.

Vanesa compartió durante seis meses la limpieza del tercer piso de la clínica Méndez con Lucas. Compartían el casillero para la ropa, y ella le dejaba abrir su mochila cuando necesitaba algo. “Me contó que quería construir su propia casa en el terreno donde vivía con sus abuelos. Era callado, si vos no le hablabas él no hablaba. Yo lo quise integrar”, contó. Además, dijo que Azcona le gustaba una compañera de trabajo que no lo correspondía. “Era alta y morocha, muy parecida a Nicole”, contó la abogada Anzoátegui, que asistió a la declaración.

Anzoátegui y Cisterna concluyeron en que fue muy importante. “Contó que tenía mucha actividad en Facebook, algo que nosotros sospechábamos”, consideró Anzoátegui después, en diálogo con esta agencia. Los abogados sospechan que por allí ubicaba y vigilaba a sus víctimas potenciales. “Mañana vamos a presentar un escrito para que en Islandia, sede administrativa de la empresa, abran los datos del perfil”.

Los abogados de la familia Bórquez han incorporado a la difusión mediática como una de las herramientas más importantes de su estrategia. Cuando las pericias genéticas con una ex pareja turca dieron negativas, y la pista en el juzgado languidecía, los querellantes decidieron involucrar a la prensa: con autorización de Zelaya, filtraron los videos a la prensa esperando que alguien lo reconociera en las cintas. La expectativa era, aún, que reconocieran al ex novio. Entonces la familia de Azcona lo vio en los videos.

Y allí empezó todo.

“Que pague por lo que hizo”

Después de dos horas y media, Vanesa Sandoval dijo que se sentía aliviada por haber aportado lo que sabía. Recordó la vez que más se divirtieron juntos: Lucas Azcona jugaba al truco en una hora muerta, y Vanesa le pateó las cartas de la mano. Después rió.

-Lucas también se reía- recordó.

-¿Extrañás algo de lo que compartiste?- preguntó Infojus Noticias.

-Era muy buen compañero en el trabajo. Ayudaba mucho.

-Que esperás que pase con él?

-Que pague por lo que hizo.

Y se subió al ascensor que la llevó al primer piso.