Infojus Noticias

La Corriente Villera Independiente (CVI) anunció que levantará el acampe que mantiene desde hace 53 días frente al Obelisco. La agrupación informó mediante un comunicado que alcanzó un acuerdo con el Gobierno porteño. Esta tarde realizarán una conferencia de prensa para explicar los detalles del acuerdo. Son vecinos de varias villas de la ciudad de Buenos Aires, que reclaman que el gobierno de Macri avance en la urbanización con radicación de los asentamientos.

Entre las demandas de la CVI también está la declaración de emergencia habitacional, ambiental, sanitaria y educativa en las villas. Exigen una auditoría de las cooperativas y empresas que trabajan en los barrios, y la regulación de alquileres y subsidios habitacionales. En el comunicado, difundido a través de las redes sociales, los vecinos de las villas anunciaron: “¡Le torcimos el brazo al macrismo!”. Explicaron que el acta acuerdo firmado con el GCBA es un avance en el camino de la urbanización con radicación.

Los militantes de la CVI levantaron la huelga de hambre que realizaban en el acampe por la falta de atención del Ejecutivo porteño. La gestión de Mauricio Macri ahora se comprometió a avanzar en la instalación de los servicios públicos para los vecinos de las villas de la ciudad. “Esta victoria es de todo nuestro pueblo, porque las mejoras en los barrios beneficiarán a todos y todas los que cotidianamente sufrimos condiciones de vida indignas”, celebraron desde la CVI.

Los militantes agradecieron a todas las organizaciones y personalidades que los apoyaron en su reclamo, y firmaron el comunicado con una categórica afirmación: “Donde el pueblo manda, el gobierno obedece”. Los avances de la urbanización serían monitoreados desde una mesa de trabajo con la participación de los vecinos, aunque aún no se conocen todos los detalles sobre la implementación del acuerdo.

Ante la falta de respuesta oficial, el martes pasado la CVI había reforzado la presencia en la Plaza de la República con más carpas. La instalación de veinte ranchos precarios buscaba representar simbólicamente un asentamiento urbano. Las carpas fueron montadas con lonas, plásticos y tirantes de madera. En las paredes de las carpas, los militantes colgaron fotos para mostrar las carencias de las barriadas porteñas. La protesta se realizó sin interrumpir el tránsito y en forma pacífica durante casi dos meses.