Las familias que desde febrero ocupan los terrenos del ex cementerio de autos exigieron que el Gobierno porteño cumpla con la ley de urbanización de la Villa 20. Denunciaron “amenazas” y presentaron un proyecto de vivienda social.
Los vecinos del barrio Papa Francisco, en Villa Soldati, enviaron una carta al Sumo Pontífice y denunciaron “amenazas y abandono” por parte del Gobierno porteño. En el texto pidieron a la máxima autoridad de la Iglesia Católica que interceda por ellos ante “las autoridades crueles e insaciables de esta ciudad”, y afirmaron que son “despreciados” por sus carencias. La carta fue leída públicamente en una conferencia de prensa realizada por los delegados del barrio en la Parroquia María Madre de la Esperanza de la Villa 20.
Los delegados fueron elegidos por los habitantes de cada uno de los sectores del ex cementerio de autos ubicado en la avenida Cruz, entre Pola y Escalada. Representan a las familias que se instalaron allí en busca de un terreno donde poder construir su vivienda, y denuncian que una ley porteña sancionada hace nueve años dispuso la urbanización de la Villa 20 y de ese predio.
Hoy presentaron junto al ex decano de la facultad de Arquitectura de la UBA, Jaime Sorín, un proyecto para cumplir con la urbanización dispuesta por la ley 1770 y nunca cumplida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Profesores y alumnos de la facultad participaron de la elaboración del proyecto, que ya está terminado y que pusieron a disposición del Ejecutivo porteño para que finalmente realice las obras. A principios de abril ya lo habían llevado a la Legislatura porteña. Del acto también participó el cura párroco Franco Punturo, que integra el movimiento de curas villeros.
El padre Punturo encabezó la misa de marzo en la que se bautizó al barrio con el nombre del Santo Padre. El gesto fue respondido por el ex cardenal Jorge Bergoglio, que en un intercambio de emails con el legislador porteño Alejandro Vera, afirmó desde el Vaticano: "Me resulta muy paradójico que antes no desalojaban a los autos y ahora están apurados por desalojar a las personas sin reconocer los problemas de inclusión social". Ahora los vecinos escribieron una carta para el obispo de Roma, y explicaron que su pecado es ser “pobres”.
“El principal promotor de la toma es el Gobierno porteño”
“Lo único que pedimos es un hogar para nuestros hijos para que el día de mañana sean hombres de bien", escribieron en la nota. Sorín aseguró que la falta de vivienda “es el problema central de la ciudad e involucra a más de 600 mil personas”. Y agregó que eso genera problemas “en la salud, el trabajo y la imposibilidad de que los chicos puedan tener una educación correcta”. Alejandro “Pitu” Salvatierra, referente territorial de Ciudad Oculta y militante por la urbanización de las villas, explicó a Infojus Noticias que “no es gente que se levantó un día y dijo ‘vamos a tomar un terreno’, son víctimas de una emergencia habitacional muy grave”.
Salvatierra afirmó que “el principal promotor de la toma es el Gobierno porteño, porque incumple una ley que tiene ya casi una década y que dispone la urbanización y la construcción de un hospital para todos los vecinos” de Lugano y de Soldati. Y denunció que “hay un grave desinterés del Gobierno de la ciudad por resolver la crisis de vivienda”.
Sorín agregó que la gestión de Mauricio Macri "no le presta ninguna atención a esto, sino que le presta atención a aquellos barrios donde se construyen viviendas caras, viviendas para especular". Y explicó que en los últimos años se puede ver “cómo a partir de emprendimientos inmobiliarios se desplaza gente de barrios como La Boca y Barracas”. Señaló que esos vecinos “terminan en la Comuna 8, donde hay muchas tierras públicas pero sin infraestructura, transporte, hospitales y educación".
Un juicio de valor
El barrio Papa Francisco nació a partir de la última toma de tierras en Soldati. El predio lindero a la Villa 20 había sido un cementerio de autos. La chatarra se removió tras varias órdenes judiciales en el marco de un expediente que pasó por varios juzgados del fuero administrativo del Poder Judicial de la Ciudad. Cuando sólo quedaba la tierra contaminada por la acumulación de plomo y óxido durante años, un grupo de personas comenzó a ocuparlo. La toma empezó por la noche del martes 25 de febrero pasado, con el ingreso de algunas personas con carpas y materiales para delimitar pequeños lotes. A la mañana siguiente ya eran más de quinientas familias las que ocupaban el predio.
Varios de los delegados de la toma están procesados por “usurpación” en un proceso que tramita en la jurisdicción penal y contravencional de la ciudad de Buenos Aires. "¿Qué es más delito: no cumplir con la ley, como hace el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, o luchar por un derecho como hace la gente del barrio papa Francisco?" cuestionó Sorín en la conferencia de prensa. Y cerró: "Hay que reclamar mostrando que estos terrenos se pueden integrar a la ciudad y que son lugares a donde se pueden construir viviendas dignas".
Marcelo Urquiza, integrante del cuerpo de delegados del barrio, pidió que el gobierno porteño "ceda los dos predios que ocupa el asentamiento para poder construir un complejo habitacional". Defendió la organización de los vecinos en reclamo de vivienda, y aseguró: "Nuestros reclamos van a ser siempre en forma pacífica, por más que ellos digan que somos usurpadores".