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Infojus Noticias

26-7-2015|13:04|Gatillo fácil CórdobaProvinciales
Nuevo pedido de justicia por Fernando Pellico, en Córdoba

"Antes le tenía miedo a los ladrones, ahora temo a la Policía”

La madre de Fernando “Güeré” Pellico habló en un homenaje a su hijo, víctima del gatillo fácil. Al joven lo asesinó la Policía provincial, hace un año, y hay dos detenidos. El barrio se unió bajo un reclamo común: "Cortaderos resiste con alegría".

Por: Dante Leguizamón

La canchita de fútbol del barrio “Los Cortaderos”, donde tantas veces Fernando “Güeré” Pellico corrió detrás de la pelota, se convirtió en una parroquia. Sobre el piso de tierra, a pocas cuadras de donde el adolescente de 17 años fue asesinado por la Policía de la Provincia de Córdoba, se realizó una misa para recordarlo. Tras la celebración religiosa, todo el barrio se unió en un reclamo común: “Cortaderos resiste con alegría”.

Güeré Pellico fue asesinado en la madrugada del 26 de julio de 2014. Los acusados son dos policías, el oficial Lucas Chávez y el sargento Rubén Leiva, que permanecen detenidos desde hace 11 meses. La Policía había dicho que la muerte se había producido en el marco de un tiroteo. La versión –difundida en persona por el Jefe de la institución, Julio César Suárez, y declarada falsa luego por el fiscal del caso- indicaba que Güeré y su primo Maxi Peralta habían evadido un control policial a bordo de una motocicleta para después tirotearse con los efectivos. En realidad, la justicia comprobó que los uniformados –ambos con antecedentes de causas por gatillo fácil- les dispararon a sus víctimas de forma discrecional: por el sólo hecho de gatillarles.

Desde aquel momento, el caso se convirtió en un ícono de los abusos policiales en una provincia donde los muertos a manos de las fuerzas de seguridad superan las 25 víctimas en los últimos dos años. Tanto “Güeré” como su primo Maxi -aquella noche recibió un disparo en la pierna- eran víctimas frecuentes del Código de Faltas, la norma que utiliza la Policía de la provincia para detener inocentes con el objetivo de mejorar las estadísticas de detenciones diarias. Este sábado, mientras sus familiares recordaban a “Güeré”, la Policía detuvo al hermano de Maxi por una infracción a ese Código. Recién por la noche, Juan Peralta que acaba de cumplir 18 años, fue liberado.

Un mensaje en la pared

El encuentro para recordar a Güeré tuvo varios momentos emotivos. Uno de ellos fue la lectura de la carta que su mamá escribió para él. Otro acontecimiento importante fue que apareció estacionada -roja y reluciente junto al altar- la motocicleta que Güeré compró con su sueldo de ladrillero poco tiempo antes de morir. La misma motocicleta en la que viajaba la noche de su muerte.

Además, se realizó un mural en la misma pared donde dos años antes el mismo Güeré había pintado contra la represión policial. Por último, también se realizó una radio abierta, “La Rimbombante”. Se leyeron algunos mensajes que los vecinos del barrio fueron dejando escritos en los últimos días en una urna ubicada en los kioscos del barrio. La mayoría le daban a Güeré el rol de un santo al que los vecinos le piden que los proteja desde el cielo.

Causa estancada

Aunque los dos policías acusados del crimen están presos, las familias de Güeré y Maxi no están conformes con el estado de la causa. Los actos de este fin de semana pretenden ser un llamado de atención a los funcionarios judiciales. Al respecto la mamá de Maxi Peralta y tía de Güeré, Sonia Bustos, explicó: “Gustavo Molina, el primer fiscal del caso, actuó muy bien. Investigó y descubrió que lo que nosotros decíamos era cierto. El problema es que el 18 de diciembre de 2014 se jubiló y el caso quedó sin fiscal. Desde entonces han pasado 8 meses y la causa está ahí, en la nada”.

La persona encargada de determinar quién debe continuar con la investigación es el titular del ministerio público cordobés, el fiscal general Alejandro Moyano. Algunos creen que el hombre fuerte de los fiscales, que asumió a propuesta del gobernador José Manuel De la Sota pocos meses antes del crimen, sólo designará un nuevo investigador después de las elecciones.

En este sentido los dos policías detenidos han solicitado la libertad pero hasta el momento no obtuvieron respuesta de la Cámara de Acusación que debe resolver sobre el asunto. El argumento para negarles esa posibilidad es que podrían entorpecer la investigación y, la muestra de ello está incorporada al expediente de la causa. Según probó el fiscal Pablo Molina, tras la muerte de Güeré hay testigos que ubican a ambos policías buscando un arma con el objetivo de plantársela al joven asesinado. Los acusados están imputados de Homicidio agravado por utilización de armas de fuego y calificado por su rol de funcionarios públicos.

La Policía, presente

“A nosotros, la muerte de Güeré nos partió al medio”, le aseguró a Infojus Noticias Ana María Bustos, la mamá del chico asesinado. “Yo trato de ir para delante, pero lo que nos hicieron con mi hijo no tiene nombre. Antes yo le tenía miedo a los ladrones, pero ahora a la que le temo es a la Policía”, confesó.

Según contaron los vecinos, desde hace un año la Policía casi no aparece por el barrio. En una de las últimas ocasiones en que se presentó –en setiembre del año pasado- hubo un operativo y nadie se explica por qué una bala policial fue a dar en el altar de Güeré. Esa misma noche la Policía le pegó tres disparos con balas de goma a uno de los testigos que vio a los policías Chávez y Leiva mientras buscaban un arma para plantarle a Güeré el día del homicidio.

La ausencia de móviles en el barrio derivó hace un tiempo en un pedido a las autoridades para que haya más y mejor patrullaje, pero según explica Sonia Bustos eso sólo sirvió para que vuelvan a detener chicos utilizando el Código de Faltas. Piraña, uno de los amigos de Güeré que todavía trabaja en el cortadero en el que era empleado el chico asesinado, dijo: “Volvieron todavía más violentos que antes. Por eso ahora vienen cada muchos días, llegan en seis o siete móviles policiales, cargan muchos pibes y se los llevan. Son como una patota”.

Este sábado, mientras se realizaba el homenaje la Policía, no apareció, pero cuando Juan Peralta, uno de los primos de Güeré salió del barrio a cargar nafta, fue detenido y llevado por varias horas a la comisaría.

DL/JMM

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