Analizan si incurrió en falso testimonio la ayudante de guardia de la comisaría que dijo no recordar qué pasó la noche que murió Migone.
Daniel Oscar Migone fue detenido por oficiales de la comisaría 9ª de La Plata la noche del 9 de noviembre del 2005. Horas más tarde fue encontrado muerto en la celda de contraventores de esa dependencia policial. Según los policías se ahorcó. Los testimonios del juicio que se lleva a cabo desde el día 6 de mayo, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4, reafirman la hipótesis de la querella: Migone fue muerto y torturado en la comisaría.
La querella, la fiscalía y la defensa de los imputados esperaban poder contar en la jornada de ayer, con el testimonio de Fabiana Spósito, que trabajaba como ayudante de guardia en la comisaría, la noche en que detuvieron a Daniel Migone.
En la primera audiencia en que fue convocada a declarar, dijo no recordar nada por un problema psiquiátrico de 2008. En este marco los abogados querellantes pidieron al tribunal que se le realizara una pericia psiquiátrica oficial, para determinar si estaba o no en condiciones de prestar declaración.
Los resultados de las pericias arrojaron que Spósito “no presenta signos de descompensación psíquica que le imposibiliten prestar atención” y que presenta un “cuadro histriónico que puede llevar a presentar conductas teatrales y exageraciones” destinadas a poner de manifiesto su supuesta incapacidad para declarar.
Debido a estos resultados, las partes y la fiscalía decidieron descartar el testimonio de Spósito. Y solicitaron al tribunal que se envíen las actuaciones a la fiscalía correspondiente, para evaluar si hay incursión en el delito de falso testimonio.
Convocados por la abogada defensora de Marcelo Falcón, declararon ayer Patricia Armenti y Luis Escochimarro.
Armenti salía de la casa de su madre la noche del 9 de noviembre de 2005. En la puerta del domicilio encontró su auto forzado y manchado con sangre “La sangre que había no chorreaba, eran manchas, como si tuvieran los dedos sucios y hubiesen tocado el auto” declaró. Acompañada por su marido y su hija se acercó a la comisaría 9ª a hacer la denuncia, allí le pidieron que identificara un estéreo, era suyo.
Eduardo Di Salvo era tachero, aquella noche llegó a la comisaría para denunciar que habían robado un pasacasetes de su vehículo. Lo curioso del caso es que minutos antes de que Patricia Armenti identificara como propio el estéreo, Di Salvo había afirmado que era de su pertenencia.
La sangre encontrada en el auto de la testigo, contribuye a fortalecer la hipótesis de que la policía intentó armar una causa que justificara la aprehensión de Migone, ya que su cuerpo no presentaba heridas compatibles con el delito que se le imputaba.
El juicio para determinar qué fue lo que efectivamente pasó con Daniel Migone está en la recta final. El lunes se retomarán las audiencias del juicio, y se espera que en las próximas semanas comiencen las instancias de presentación de los alegatos.