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A cinco días del crimen de Chiara Páez, la investigación avanza con fuerza sobre la hipótesis de que el factor desencadenante del crimen habría sido el intento de la familia del novio de obligar a la chica a abortar. La adolescente de 14 años estaba  embarazada de ocho semanas. Fue asesinada a golpes y enterrada en el fondo de la casa de M, de 16. “Se habría encontrado evidencia que vincula directamente a la madre del menor con las prácticas abortivas”, adelantó a Infojus Noticias Alejandro Sinópoli, fiscal regional de la Tercera Circunscripción Judicial.

El hecho se suma a que el propio menor hizo referencia en su declaración a una droga que se utiliza para abortar en el período de embarazo que atravesaba Chiara. Él aseguró que era la joven quien quería interrumpir el embarazo, algo desmentido por los familiares y amigos de la nena, pero al hacerlo dejó en evidencia que el tema estaba en cuestión en su familia. Lo que robusteció aún más la hipótesis de los investigadores de que el aborto fue el factor desencadenante que la madrugada del domingo tuvo como desenlace el crimen de la nena.

La mujer, de 34 años, y su pareja, de 43, identificados como C.G y C.A.C, fueron imputados ayer por el fiscal de Rufino, Mauricio Clavero, por homicidio agravado por el vínculo y femicidio en concurso ideal de delitos, y aborto no consentido por la víctima, todo en concurso real de delitos en calidad de partícipes primarios. La imputación se produjo en la audiencia imputativa frente a  la jueza de la Investigación Penal Preparatoria, Lorena Garini.

Clavero realizará el lunes próximo a las 9, en la sede de la Unidad Fiscal Rufino, las audiencias en las que se decidirá si les dictan la prisión preventiva a ambos. Hasta ése día, ambos seguirán detenidos. Ella, en Melincué, y él, en Venado Tuerto.

El domingo a la noche, cuando se encontró el cuerpo de la nena, ambos fueron detenidos, junto a M, su abuela, y el marido de ella, los únicos que recuperaron la libertad el miércoles. El lunes el menor M confesó la autoría del crimen, pero la justicia desconfió de su testimonio y comenzó a sospechar. Sus dichos sobre cómo fue la mecánica del crimen no coincidían con los informes forenses. Durante la reconstrucción del crimen, las sospechas se acrecentaron.

Una serie de elementos, como los que habitualmente se usan para hacer “macumbas”, fueron secuestrados hoy en un nuevo allanamiento en el marco de la investigación. El hallazgo se produjo en la casa de la madre de C.A.C, uno de los dos mayores detenidos. Los elementos, que no se especificó cuáles son, pertenecen al rito umbanda. Desde el hallazgo se está buscando orientación en el tema para delimitar de qué práctica se trata, pero que, a priori, avala la línea de investigación del aborto que los investigadores creen que se manejaba en la familia del menor.

A través de un comunicado, el fiscal Clavero también informó que la Dirección de Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Santa Fe continúa investigando al papá de M. El hombre es policía y fue quien entregó al menor poco antes de que se produzca el allanamiento en que se encontró el cuerpo. No obstante, Clavero resaltó que el hombre, que trabaja en la patrulla urbana de Rufino, siempre prestó colaboración con todo lo que se le solicitó. Y que tanto él como su pareja actual, que también es policía, entregaron voluntariamente sus celulares cuando se los pidieron para ser peritados.

Una ciudad en estado de tensión

Desde el domingo a la mañana, cuando se denunció la desaparición de la adolescente, la ciudad santafesina de Rufino se conmovió y salió a buscarla. Primero fue de forma espontánea, tras haberse enterado de la desaparición por las redes sociales o por mensajes de Whatsapp. Para el mediodía de ese día ya había miles de rufinenses, que se enteraron por  la radio  y el canal local, en las calles. Se congregaron en el cuartel de Bomberos de la ciudad de casi 20 mil habitantes y recibieron las directivas para tratar de dar con ella.

Los papás de Chiara, Verónica y Fabio, habían denunciado su desaparición esa madrugada, cerca de las cinco de la mañana. Chiara debía volver a su casa tras haber salido con sus amigas y no lo hizo. Poco después, las nenas, contaron que ella había ido a ver a M y que desde entonces no había vuelto.

Consultado sobre el paradero de la nena, M negó saber dónde estaba e incluso participó de su búsqueda por la ciudad y su mamá le mandó varios mensajes de texto a la de familia de Chiara solidarizándose con ella. La autopsia determinó que Chiara fue asesinada, a golpes, entre la 1 y las 4 de la mañana.

Esta mañana la familia de Chiara se reunió con el fiscal Sinópoli, el párroco de Rufino y el representante de una iglesia pentecostal que hay en la ciudad. La idea fue llevar un mensaje “pacificador”, explicó Sinópoli a esta agencia, a la población que tras la marcha en reclamo de justicia que se hizo el martes por la noche quiso ir a quemar la casa donde se encontró el cuerpo de la nena.

CD/RA