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Después de una hora de deliberación, con la información del cuestionario y las preguntas hechas por la partes, la secretaria del juez Francisco Pont Vergés leyó los nombres de los 18 seleccionados para componer el jurado que juzgará a Guillermo Alberto Barros, en el primer juicio de este tipo en la provincia de Buenos Aires.

Titulares y suplentes fueron pasando al estrado, a la izquierda del juez. Era el resultado de un sorteo del sistema informático de la Corte Suprema entre los 42 candidatos iniciales, después de que la fiscalía y la defensa recusaran a cuatro cada una sin motivo, una potestad que tienen. Además, pidieron en conjunto que se separara a dos más, dieron sus razones que acepto el juez.

Un pedicuro, una ama de casa, dos empleados estatales y cuatro privados, tres docentes, un científico, un fotógrafo, un técnico del área de salud, dos jubilados y dos comerciantes deberán dirimir si el acusado de un crimen familiar, con una situación de violencia de género como trasfondo, es culpable o inocente.

Pont Vergés les explico sus derechos y sus obligaciones. "A partir de ahora, no pueden opinar públicamente sobre el caso que los convoca", lanzo el juez. "Han sido seleccionados para determinar si un hombre es culpable o inocente de un delito grave", agregó.

El juez Pont Vergés

Los 18 ciudadanos asintieron en silencio. El juez dijo que los suplentes debían estar presentes todo el proceso por si había una recusación. "No pueden conversar con los testigos, los familiares del imputado y los deudos de la víctima", reforzó. Todos los días, les dijo, un auto oficial los llevará a su casa por las tardes y los buscará en las mañanas. No deberán justificar la falta en el trabajo, y los desocupados cobrarán 640 pesos diarios. El almuerzo también estará cubierto: todos los mediodías almorzarán en la sala de deliberaciones, aunque deberán hacerlo en silencio. "Yo sé que es incómodo, pero entiendan que esto es una carga pública, y así debe ser", explicó Pont Vergés.

Tampoco podrán hablar con sus familias sobre el caso, los días que dure el juicio. "Es un ejercicio cívico, confiamos en la buena fe de la gente", confiaron desde el tribunal.

Después de los las instrucciones al jurado, los alegatos de la fiscalía y la defensa, los testigos, y los alegatos finales -se calcula tres días- el jurado deberá deliberar. Sera la primera vez que conversen entre sí, cotejen sus apuntes, den sus puntos de vista. No hay plazo para eso.

De allí, diez de los doce miembros deberán llegar a un acuerdo si es inocente o culpable. Y las discusiones los puntos de vista, lo que sucedió allí, quedará para siempre entre ellos, los primeros jueces populares en la historia de la justicia provincial.

LB/AF