Las dos partes acusadoras no coincidieron en sus fundamentos. Para la querella, la prueba no alcanza para sostener la acusación, por eso solicitó absolver a ambos imputados. “Seguimos teniendo un desaparecido”, dijo Claudio Orosz y pidió que la causa pase al ámbito federal. El fiscal consideró probada la responsabilidad de Pablo Rearte en el homicidio.
El próximo viernes la Cámara 11 del Crimen de Córdoba dictará sentencia en el juicio por el asesinato y la desaparición de Facundo Rivera Alegre, “El Rubio del Pasaje”. No se sabe nada de él desde la madrugada del 19 de febrero de 2012, cuando salió de un baile de cuarteto. Y es posible que las dos preguntas claves de este juicio – ¿qué pasó con “El Rubio”? y ¿dónde está su cuerpo?– queden sin responderse. O al menos, una de ellas.
Luego de seis audiencias, el desenlace del proceso quedó abierto y eso se explicitó hoy en la jornada de alegatos. El fiscal de Cámara, Diego Albornoz, pidió 11 años de prisión para Pablo “El Negro” Rearte por su responsabilidad en el crimen de Facundo y la absolución para Aldo “Pelado” Monje, acusado de encubrimiento. El querellante Claudio Orosz señaló que la prueba no alcanza para sostener la acusación, por eso consideró que ambos deben ser absueltos. En cambio, exigió que la desaparición sea investigada por la Justicia Federal de Córdoba, sin descartar la pista de la participación policial en el hecho.
El tribunal, compuesto por Susana Frascaroli (presidente) y los vocales Graciela Bordoy de Pizzicari y Daniel Ferrer Vieyra, dará a conocer el veredicto el viernes.
A primera hora, el fiscal Albornoz fundamentó los motivos para pedir 11 años de prisión para Pablo Rearte. El joven de 31 años está preso en el penal de Bouwer desde el 31 de octubre de 2013 y llegó al juicio acusado de ser coautor “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor”. Según la acusación, sostenía de los brazos a Facundo cuando fue ejecutado. El autor del disparo mortal habría sido su hermano menor, “K.J.L”, que tenía 15 años en el momento de los hechos. Albornoz solicitó que el tribunal lo declare “responsable del hecho” y que la sentencia sea remitida a un Juzgado de Menores para que se le otorgue “un tratamiento tutelar”.
Monje es el empleado municipal acusado de cremar ilegalmente el cuerpo del chico en el cementerio municipal San Vicente. Estaba acusado de encubrimiento, pero el fiscal de cámara requirió su absolución “por duda insuperable”. Durante el juicio, cinco testigos demostraron que es imposible que una sola persona elimine un cadáver quemándolo en el horno. “Esto no significa que la cremación no se haya realizado, pero no hay certezas que indiquen que Monje participó”, explicó el fiscal a Infojus Noticias. Para él, los restos de Facundo pasaron por el cementerio.
Monje era el único imputado por el encubrimiento. En este aspecto puntual, la instrucción del fiscal Alejandro Moyano (ahora fiscal general) había sido cuestionada por un juez de control. Estaba sostenida por “dichos de dichos”. Por eso, en su alegato, Albornoz pidió que “un fiscal de instrucción continúe la investigación para saber qué pasó con el cuerpo, si existió la supuesta cremación o no”, dijo a Infojus Noticias. También requirió que se investigue la venta de drogas en el ambiente de los bailes de cuarteto y que se impute por falso testimonio a uno de los testigos. Es Luciano Calderón, acordeonista de Damián Córdoba, que esa noche habría enviado a Facundo a comprar cocaína a la casa de los Rearte. En una pelea con los vendedores, habría encontrado la muerte.
“Seguimos teniendo un desaparecido”
Más eufórico en su alegato, Orosz sostuvo que “no hay certeza suficiente para mantener la acusación” y solicitó la absolución de los dos imputados. El representante de Viviana Alegre, madre del “Rubio”, dijo: “Seguimos teniendo un desaparecido en democracia” y agregó que Aldo Monje es “un perejilazo”, que estuvo ocho meses preso sin razón.
Detrás suyo, en la primera fila, estaban sentadas Sonia Torres, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Córdoba, y Emilia D'ambra, titular de Familiares de desaparecidos. “Estas viejas no me van a dejar mentir”, alegó Orosz, señalándolas.
El letrado, abogado querellante en causas por delitos de lesa humanidad, criticó numerosos tramos de la instrucción, principalmente "a la testigo clave" de la acusación; una mujer que declaró haber visto el momento preciso del crimen. Además de la absolución, pidió que el caso sea remitido a la Justicia Federal e investigado como “desaparición forzada”.
WC/RA