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Setenta días pasaron desde la explosión que partió en dos sus vidas. Los familiares de las víctimas de la explosión del edificio de Salta 2141 intentarán constituirse como querellantes en conjunto. Criticaron la decisión de la Cámara de apelaciones de Rosario que apartó al juez Javier Beltramone por sus declaraciones a los medios.

Los familiares de algunas de las 22 víctimas fatales de la explosión del 6 de agosto se reunieron ayer para conocer los motivos por los que la Sala IV de Cámara Penal de Apelaciones de Rosario apartó al juez de instrucción Javier Beltramone. Querían hablar con los magistrados Daniel Acosta y Rubén Jukic, que el jueves pasado habían aceptado las recusaciones contra Beltramone presentadas por Litoral Gas y Administradora Calvillo y lo dejaron al margen de la causa.

Consideraron que Beltramone no “ofrece garantías de imparcialidad”. Los magistrados no los recibieron, por lo que creció la indignación entre los familiares quienes adelantaron que buscarán constituirse como querellantes en conjunto, porque perdieron la “confianza” en el proceso.

De los tres integrantes de la Sala IV de la Cámara de apelaciones sólo Carlos Carbone estuvo a favor de que Beltramone siga a cargo de la causa.

La jueza Irma Patricia Bilotta del juzgado de instrucción N° 10 es la nueva jueza a cargo de la causa, que de esta forma ya acumula tres magistrados en poco más de dos meses. Beltramone se había hecho cargo de la causa el 16 de agosto. Desde la explosión y hasta esa fecha lo había hecho el juez en lo correccional penal, Juan Carlos Curto, quien se apartó por considerar que la causa excedía su competencia.