Rubén Ale y María Jesús Rivero y otros siete imputados fueron procesados por asociación ilícita y lavado de activos el 20 de diciembre. El juez federal Fernando Poviña aún no resolvió el pedido de excarcelación que presentaron sus abogados. Están acusados por asociación ilícita y lavado de dinero.
Rubén la “Chancha” Ale y su ex mujer, María Jesús Rivero, seguirán tras las rejas, ya que aún no hay resolución del juez federal de Tucumán Fernando Poviña al pedido de excarcelación que presentaron sus abogados el lunes pasado, cuando ambos quedaron detenidos. Se trata de los dos acusados principales de la investigación judicial por asociación ilícita y lavado de dinero, que el clan Ale desviaba de la explotación sexual de mujeres captadas por una red de trata.
“No hay novedades del habeas corpus y del pedido de excarcelación”, precisó a Infojus Noticias Alejandro Biagosch, el abogado de Rubén Ale. “Tengo entendido que el expediente bajaba de Fiscalía de Cámara con el dictamen del fiscal (Carlos) Brito respecto de la excarcelación”, agregó. Ahora falta que resuelva Poviña. La incógnita es si lo hará antes de la feria judicial que comienza mañana.
Respecto del habeas corpus preventivo que presentó Biagosch por un presunto delicado estado de salud de Ale, la Cámara deberá designar un conjuez porque el propio Poviña se excusó, y el otro juez federal de la provincia, Raúl Bejas, está con licencia. “Rubén Ale no puede resistir un régimen de detención en cárcel común. Tiene hipertensión, diabetes, apnea de sueño, necesita un tratamiento médico permanente y toma más de 20 pastillas por día. Está muy enfermo”, argumentó el letrado. “El juez no puede agravar el estado de salud de mi cliente”.
La causa por el lavado de activos se inició por la denuncia de Susana Trimarco, madre de Marita Verón, quien considera que Ale y Rivero estuvieron vinculados a la desaparición de su hija. Marita fue secuestrada en abril de 2002 cuando iba a un hospital a realizarse unos estudios.
Ale, su ex esposa y otros siete imputados fueron procesados por asociación ilícita y lavado de activos el 20 de diciembre. El juez consideró que el clan que integran “ha demostrado capacidad organizativa” y la tenencia de armas y recursos suficientes, como para eludir la acción de la justicia o entorpecer la investigación, y mandó a detenerlos. Además, dictó la falta de mérito de otros cuatro imputados.
Por otro lado, la causa entró en un laberinto técnico respecto de la decisión de Poviña de que Ale amplié su declaración indagatoria el 17 de diciembre que pasó. “En este momento estoy yendo a presentar un recurso de queja por un planteo de nulidad a su ampliación indagatoria que me fue denegado”, dijo Biagosch.
La “Chancha” fue llevado a declaración indagatoria el 31 de octubre pasado. Se presentó como remisero y dueño, desde 1995, de Cinco Estrellas SRL, la flota de remises que se sospecha que usaba para trasladar a las mujeres captadas y obligadas a ejercer la prostitución. Poviña consideró que era “una pantalla adecuada para ingresar al circuito legal dinero proveniente de la actividad criminal”.
Ale reconoció haber trasferido la empresa a su hijo Ángel Adolfo Ale y su actual pareja, María Florencia Cuño, quienes serían sus testaferros. Después, el imputado fue convocado a ampliar esa indagatoria el 17 de diciembre. Su defensa interpuso una apelación alegando que la ampliación no estaba “argumentada”, pero el recurso fue denegado in límine (en el acto) porque un auto de procesamiento no es apelable. Contra esa decisión irá hoy en queja a la Cámara de Apelaciones el abogado de Ale.
La causa judicial que investiga las pantallas empresariales a dónde desviaba el clan Ale las ganancias de la explotación sexual de mujeres entrará en feria a partir de mañana, aunque para el abogado debería resolverse antes.