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Continúa esta tarde en Tucumán el juicio contra dos mujeres acusadas de engañar a una adolescente de 16 años para que viajara con una de ellas hasta San Julián, en Santa Cruz, donde planeaban explotarla sexualmente en beneficio propio. Es el primer debate oral que en la provincia pone en la mira la trata de personas desde que se sancionó, en abril de 2008, la ley que persigue este delito. Se espera que en esta audiencia –la segunda desde que se inició el debate la pasada semana- declaren los últimos testigos: policías de la división trata de Córdoba que participaron del rescate de la joven y vecinos de la familia de la víctima en Tucumán; además se incorporarán como prueba las escuchas telefónicas a la dueña de un prostíbulo conocido como El Lobito, en la localidad portuaria de San Julián.

En mayo de 2008, después que su prima Verónica Olivera le insistiera varias veces al respecto, María (nombre ficticio para proteger la identidad de la víctima) aceptó subir al micro que la trasladaría hasta San Julián, un pueblo al sur de país sobre el que nada sabía. Olivera la convenció con la promesa de conseguirle trabajo en una academia de danzas folklóricas. La pasada semana, tras escuchar la acusación, Olivera dio su versión de los hechos: “yo no tengo la culpa de esto, yo voy a declarar. Cuando ella (María) me dijo ‘quiero volver’, yo le dije ‘volvete’”, dijo e insistió en su inocencia ante los jueces del Tribunal Oral Federal tucumano.

Hoy antes de entrar a los tribunales, Olivera le dijo a Infojus Noticias que tenía "miedo". Insistió en su inocencia y remarcó: "Lo único que quiero es que todo esto termine".

María tenía 16 años y la promesa de un ingreso y la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba la llevaron a aceptar. Pero en medio del viaje, antes de llegar a Córdoba, el micro hizo una parada y cuando siguió a su prima al baño la escuchó hablar con otra mujer por teléfono. Estaba negociando su entrega, la escucho decir que “iban a hacer buena plata con ella” y advirtió que una vez llegada a destino la obligarían a prostituirse.

Olivera ese día se comunicó con Alicia Taviansky., la dueña del prostíbulo en la localidad portuaria de San Julián. Por un informe que realizó la gendarmería se supo que en ese lugar vivían mujeres que “oriundas de otras provincias” que eran explotadas sexualmente. Era el destino que habían imaginado Olivera y Taviansky para la joven tucumana que, finalmente advertida de la situación aprovechó un descuido de su prima para agarrar el celular de su prima y mandarle un mensaje a su hermana.

La semana pasada, Taviansky también amplió su indagatoria ante los jueces del tribunal federal. Contó que desde el 19 de marzo la “matrícula de su local (“Cabaret San Julián”) pasó de cabaret a pub”. Ante preguntas de la fiscal Valentina García Salemi sobre la explotación de otras mujeres, Taviansky prefirió no continuar con la declaración. Antes había dicho que ella misma “ejerció la prostitución” y que tenía “entradas” en las comisarías de Santa Cruz, donde fue registrada como “Samanta.

El rescate

“Si pasaba mi hija de Córdoba no la veía más”, señaló durante la primera audiencia la madre de la víctima indicando el lugar donde fue rescatada MC, en Córdoba Capital. Es que tras recibir el mensaje la familia de la víctima pidió ayuda.

Ante los jueces del TOF la mujer contó que primero hicieron la denuncia en la comisaría y finalmente las derivaron a la División Trata de la policía provincial. “Allí me orientaron para que pida ayuda en la Fundación María de los Ángeles Verón”, contó la mujer visiblemente agradecida por la colaboración de esa organización, que Susana Trimarco fundó para asistir a las víctimas de trata y buscar a su hija, María de los Ángeles Verón, secuestrada por una red de trata en abril de 2002.

En la provincia donde Susana Trimarco inició la búsqueda de su hija y convirtió su lucha en punta de lanza contra la trata y la explotación sexual de mujeres y niñas, la familia de María supo donde recurrir. “Cuando las encontraron, en el bolso que llevaba Olivera secuestraron la documentación de la joven menor de edad y el documento y la partida de nacimiento de su hermana mayor, que llevaba para hacerla pasar ella”, dijo a Infojus Noticias Agustín Aráoz Terán, el abogado de la Fundación María de los Ángeles, que representa a la víctima en el juicio.

La joven fue rescatada antes de sufrir la explotación sexual, por lo que “se va a juzgar la responsabilidad de las imputadas en las fases de captación y traslado”, previstas por la Ley 26.364, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas, explicó el abogado Agustín Aráoz Terán, de la Fundación María de los Angeles, quien representa a la víctima rescatada.

“Sobre este punto es importante aclarar que a este delito se lo conoce como “delitos por etapas” o de “resultado cortado”, es decir que para cometerlo basta que se realice sólo una de las etapas previstas en la ley (ofrecimiento mediante engaños, captación, traslado y acogimiento –todo con finalidad de explotación-). La explotación consumada no es un hecho imprescindible para que se lo considere trata, aunque sí es un agravante”, señalaron desde la Fundación María de los Ángeles al dar a conocer la convocatoria al debate.

En las audiencias, convocadas para hoy a las 14 y mañana -durante toda la jornada- los jueces Gabriel Casas, María Alicia Noli y Carlos Jimenez Montilla escucharán a los últimos testigos, y los alegatos de la fiscalía federal encabezada por Leopoldo Peralta Palma, y una representante de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Valentina García Salemi. Además conocerán los fundamentos de la querella a cargo de Agustín Aráoz Terán, abogado de la Fundación María de los Ángeles y de los defensores oficiales. De cumplirse el cronograma previsto, la sentencia se conocerá mañana a la tarde.