Infojus Noticias

El ex jefe de la policía cordobesa, César Almada, declaró en la causa en la que se investiga la presunta responsabilidad del personal policial en los saqueos que se registraron en esa provincia el pasado 3 y 4 de diciembre, mientras los integrantes de esa fuerza se encontraban acuartelados en demanda de mejoras salariales.

Almada es el primer integrante de la plana mayor policial que se presenta a declarar en medio de estas investigaciones. No hay policías imputados. Si hay más de 200 acusaciones sobre civiles, con 35 órdenes de prisión preventiva.

Desplazado de su cargo el 9 de diciembre pasado, Almada declaró durante más de cuatro horas ante al fiscal Raúl Garzón, que instruye la causa en la que se busca determinar si altos jefes policiales o miembros de los mandos medios de esa fuerza, tuvieron alguna responsabilidad en la planificación de los saqueos.

Tras tomarle la declaración testimonial, el fiscal afirmó ante la prensa que Almada "colaboró con todo el interrogatorio. Contestó todo lo que estaba a su alcance, dando respuesta a todo lo que se le requirió”.

Esta causa tuvo su origen en la decisión de la fiscal general de Córdoba, María Marta Cáceres de Bolatti, de crear una unidad especial que nucleara las investigaciones vinculadas a los saqueos que ocurrieron en la provincia como consecuencia del acuartelamiento policial. A cargo de esta unidad designó a Garzón, uno de los cuatro fiscales que estaba de turno la noche que comenzaron los disturbios.

“Fue una decisión de Cáceres de Bolatti y yo personalmente consideré que no me podía ir el 30 como si nada y brindar tranquilo cuando hay muchas causas dando vueltas”, dijo entonces Garzón a Infojus Noticias. La noche en que comenzaron los saqueos, junto a Garzón (responsable de la Fiscalía de Instrucción de 7º Turno), también estaban de turno los fiscales Adriana Abad, José Alberto Mana y Jorgelina Gutiéz.

La provincia de Córdoba fue la primera en la que se registraron conflictos con el acuartelamiento de efectivos policiales y los posteriores saqueos a comercios. Hubo un muerto, decenas de heridos y cientos de detenidos.

Tres meses antes, Almada había sido designado jefe de policía por el gobernador José Manuel de la Sota, tras la remoción del ministro de Seguridad Alejo Paredes y del entonces titular de la dependencia, comisario Ramón Frías, presuntamente involucrados en la connivencia entre efectivos de Drogas Peligrosas con narcotraficantes.