“Pá, estoy bien. No sé qué le pasa a la gente, están todos locos. Éstos me quieren retener (por los policías)”, le escribió Federico Hernández a su papá. El chico de 20 años está detenido en la cárcel de Bouwer. Está acusado de robo calamitoso en grado de tentativa. La fiscalía maneja dos versiones: una lo vincula y otra lo desvincula del delito.
Federico Hernández está detenido desde ayer en la cárcel de máxima seguridad de Bouwer. Está acusado de robo calamitoso en grado de tentativa por los saqueos en Nueva Córdoba. Desde la fiscalía aseguran que hay dos versiones contrapuestas que tienen el mismo sustento y que entre hoy y mañana resolverían su situación.
El papá de Federico, José Hernández, recibió ayer temprano un mensaje de texto: “Pá, estoy bien. No sé qué le pasa a la gente, están todos locos. Éstos me quieren retener (por los policías)”. Fue después de recibir una golpiza por parte de vecinos que se encarnaron en roles de policía y jueces. Cerca de la una de la mañana, Federico y un amigo de nombre Alexis fueron interceptados por un grupo de personas en la zona de la calle Independencia, en Nueva Córdoba. Les gritaron “ahí vienen los chorros”, según algunos testimonios.
Hernández le contó a Infojus Noticias que ayer vio a su hijo detenido en la seccional cuarta de Córdoba. “Estaba todo golpeado, tiene la nariz quebrada, varias fisuras y se sentía muy dolorido. No me dejaron darle ni un actron”, se quejó. José contó que tanto su hijo como su amigo –también detenido- “estaban consternados” y que no entendía el accionar de la gente en su contra.
Federico tiene 20 años y trabaja como encargado en la pyme familiar: hacen construcciones de telgopor para casas. Alexis, cuyo apellido la fiscalía no quiso informar, trabaja en una panadería y tiene la misma edad que su amigo.
El hecho sucedió en un barrio de clase media. Los vecinos empezaron a organizarse para defender los negocios y los departamentos. Un testigo de la golpiza contra Federico fue Martín Cabrera: “Se empezó a escuchar que muchos decían que había que golpear a los sospechosos por las dudas. Y empezaron a agarrar a un grupo de pibes, algunos iban en moto. Fueron muchos hechos parecidos pero me acuerdo uno puntual. Era un chico que gritaba que no era chorro y mostraba el documento. Lo golpeaban con patadas y palos, le tiraban cosas. Nadie paraba esa situación. La gente estaba eufórica y les gritaba 'negros de mierda'. En un momento eran como 50 personas alrededor del chico. Algunos, pocos, empezaron a decir que era una bestialidad hacer eso y que no se podía pegar porque sí a los pibes”, contó Cabrera a Infojus Noticias.
Respecto a la causa, “se encuentra en pleno estado de investigación. Hay dos versiones, una que lo vincula y otra que lo desvincula del delito”, dijeron a Infojus Noticias fuentes de la fiscalía cordobesa a cargo de José Alberto Mana.
La causa está bajo secreto de sumario y desde la fiscalía aseguran que a Hernández se lo llevaron detenido por una situación concreta y que por eso se caratuló con la imputación de robo calamitoso en grado de tentativa. “Estamos urgidos buscar testimonios y pruebas para resolver la situación entre hoy y mañana”, agregaron las fuentes judiciales.