Lo decidió la Cámara Federal porteña en la causa por el choque del tren el 19 de octubre pasado en Once. El tribunal confirmó que se trató de un error humano. También se ratatificó la acusación por "descarrilamiento culposo agravado por haber causado lesiones a 105 personas", además de "sustracción de medios de prueba".
La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento por "descarrilamiento culposo" del maquinista Julio Benítez, quien conducía la formación ferroviaria que el 19 de octubre pasado chocó en la estación de Once con un saldo de 105 heridos, informó la agencia Télam. El Tribunal tomó la medida tras confirmar que no existieron fallas mecánicas en el tren y que en cambio se trató de un error humano de Benítez dado que éste "ingresó a la cabecera en evidente exceso de velocidad y, sin haber mediado aplicación de los frenos disponibles y a su alcance".
Los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun tuvieron en cuenta además testimonios que hicieron referencia a "la rapidez y el modo abrupto en que frenó la formación a lo largo del recorrido".
Los jueces también valoraron que una "junta médica integrada por el Cuerpo Médico Forense y la perito de la defensa, determinó que el imputado no presenta patología o padecimiento de orden psíquico".
Según la pericia del GSP de la formación y los testimonios recogidos en la causa "corroboran el exceso de velocidad verificado en diferentes momentos del trayecto y, en particular, la inmediatez de su reducción al arribar a determinados lugares".
En octubre del año pasado, el Juez Ariel Lijo dictó el procesamiento tras investigar el choque contra las contenciones del andén 2 de la estación.
Durante la investigación se constató que el disco rígido que capta las imágenes de cabina, fue retirado y luego hallado en una mochila propiedad de Benítez lo que dio lugar fundado a la sospecha que intentó sustraerlo para borrar la pruebas, al punto que algunas imágenes no se pudieron recuperar debido a que estaba dañado.
"Ningún elemento permite presumir razonablemente que, en ese intervalo, una persona pudiese haber ingresado a la cabina de mando, accedido al gabinete de monitoreo, forzar el frente, extraer el disco rígido, colocarlo en la mochila del motorman y retirarse del lugar sin ser visto", consideró la Cámara Federal.
Antes bien, la preocupación que Benítez evidenció por mantener en todo momento a su lado la mochila luego del impacto, aspecto que fue resaltado en los diversos testimonios recibidos al personal que actuó en las tareas de aseguramiento y rescate, refuerzan la interpretación aquí efectuada", añadió el tribunal.
La pericia médica sobre el maquinista Benitez descartó que padeciera patología previa alguna que hubiera producido su error aunque verificó la existencia de un cuadro de estrés postraumático".
Por ello, la Sala II de la Cámara ordenó que se "ponga nuevamente en conocimiento de las autoridades y responsables de la operación del servicio ferroviario la necesidad de adecuar las funcionalidades del servicio a condiciones de operatividad efectiva que garanticen suficientemente la seguridad de sus pasajeros".