Facundo desapareció a la salida del baile del cuartetero Damián Córdoba. Desde un principio, su madre sostuvo que su hijo fue víctima de la Policía de Córdoba. Pero esa hipótesis no se materializó en la causa. Ahora, durante el juicio, la querella apunta a la investigación policial. Para la fiscalía, está probado el homicidio
Los alegatos en el juicio por el crimen y encubrimiento de Facundo Rivera Alegre, el joven desaparecido en febrero de 2012 a la salida de un baile cuartetero, comenzarán este lunes en los tribunales cordobeses, informaron fuentes judiciales. Se trata del debate oral en el que Pablo Rearte (29) y su hermano, que tenía 17 años al momento del crimen, junto al ex empleado municipal Aldo Marcelo Monje (35) están siendo juzgados ante la Cámara 11 del Crimen desde hace dos semanas. Si las exposiciones llegan a tiempo, también se dará sentencia.
Rearte está acusado de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la intervención de un menor de 18 años de edad"; Monje por "encubrimiento agravado"; mientras que se determinará la responsabilidad del menor en base a las disposiciones que rigen a los jóvenes en conflicto con la ley penal.
El juicio por el crimen de Rivera Alegre (19), conocido como "el Rubio del Pasaje", se ventila frente a los jueces Susana Frascaroli, Graciela Bordoy de Pizzicari y Daniel Ferrer Vieyra, con Julio Albornoz como fiscal acusador. Durante las audiencias se generaron dudas sobre la hipótesis de la acusación respecto a que el cuerpo fue cremado en el cementerio San Vicente de Córdoba capital.
Los testimonios de los empleados de esa necrópolis prácticamente descartaron una de las conclusiones de la etapa de Instrucción, que señaló que el cadáver había sido cremado por Monje, ex empleado del área de mantenimiento del cementerio.
Víctor Arce, Marcos Quiñones, Juan Noriega, Lucas Fioramonti y Gustavo Baigorria y el ex funcionario Gonzalo Leonel Suárez fueron contundentes en aclarar que en el crematorio de esa necrópolis municipal es "imposible" manipular un cadáver con ocho meses de descomposición.
Al respecto, el abogado Claudio Orosz, representante de la familia del joven desaparecido, dijo a Télam que cree que esa hipótesis "ha quedado totalmente descartada, salvo que los que lo hayan cremado sean los policías que eran los únicos que tenían la llave del crematorio".
Tras la última audiencia, el abogado Orosz sostuvo: "Creo que vamos a seguir preguntándonos qué pasó con Facundo Rivera Alegre. Espero que la Justicia trate de investigar cuál fue su destino. De nuevo vamos a darnos cuenta que cuando hay necesidades políticas de solucionar rápidamente ciertos casos, muchísimas sogas quedan sueltas".
"Vamos a seguir tratando de saber la verdad pero vamos a seguir teniendo un desaparecido", sentenció el profesional, de extenso trabajo en organismos de derechos humanos y en los juicios a los genocidas de la dictadura cívico-militar iniciada en 1976.
Orosz involucró a la Policía de Córdoba en el Caso Rivera Alegre no por acción directa sino como autores que posibilitaron el desenvolvimiento de los hechos. Además, defendió a su representada, Viviana Alegre, madre de la víctima y principal acusadora de los uniformados, de quien dijo que han intentado presentarla "como una loca".
"Ella fue bombardeada con hipótesis, llamadas, mensajes, anónimos que involucraban a la Policía. Más, si en el debate surge que posiblemente el cuerpo haya sido movilizado en un móvil policial, y si además le agregamos que la zona es absolutamente liberada y la Policía sólo va cuando la llama el narco que paga, como lo dijo la testigo fundamental de la causa", recalcó el abogado.
Rivera Alegre desapareció en la madrugada del 19 de febrero de 2012 cuando, a la salida de un baile de cuarteto, concurrió a barrio Maldonado a comprar droga para un integrante de la banda de Damián Córdoba.
Según la acusación, a Rivera Alegre lo asesinaron de un balazo cuando al efectuar la compra quiso pagar con un billete de 100 pesos falso en la casa de los hermanos Rearte cuya madre, conocida como "La Colela", está sindicada como una narcotraficante de la zona. Es que la autoría del homicidio adjudicada a los hermanos Rearte se fortaleció en estos días por el testimonio de una testigo presencial, según la cual el Rubio del Pasaje discutió con el hermano menor.
De acuerdo a la mujer, hubo gritos y golpes hasta que "Pablo Rearte agarró a Facundo y el chico le pegó un disparo en la cabeza", aunque sugirió que el disparo pudo haber sido accidental. Según los investigadores, el cuerpo habría estado enterrado varios meses en una zona de barrancas del este de la ciudad, y finalmente cremado en el cementerio San Vicente.
TÉLAM/JMM