El 15 de abril Marisol Oyhanart apareció muerta en una zona rural de Saladillo. Se determinó que fue asesinada 36 horas antes de que le practicaran la autopsia. “Las dos primeras horas de su búsqueda ella estaba viva”, dijo a Infojus Noticias Walter Vaccarini, abogado de la familia. Con este nuevo dato, el único imputado quedaría afuera de la escena del crimen.
A ciento diez días del crimen de Marisol Oyhanart, en Saladillo, la causa se reactivó ayer con una audiencia entre las partes, el juez de Garantías, César Melazo, y el nuevo fiscal, Marcelo Romero. Y al conocerse el resultado final de la autopsia, la data de la muerte cambió todo abruptamente. “Ella estaba viva cuando la empezaron a buscar”, dijo a Infojus Noticias Walter Vaccarini, abogado del marido y los hijos de la mujer. “Hay dos nuevas líneas de investigación, con elementos”, agregó.
Marisol apareció asesinada a las 7 de la mañana del martes 15 de abril en una zona rural por la que había salido a caminar la tarde anterior. Su marido denunció su desaparición alrededor de las 18 del lunes, cuando lo llamaron del colegio de su hijo menor, de 3 años, porque Marisol no lo había pasado a retirar, algo que nunca había sucedido. Eso encendió la alarma familiar que se incrementó cuando ella no respondió su celular. La búsqueda comenzó de inmediato.
Se determinó que Marisol fue asesinada 36 horas antes de que le practicaran la autopsia en la morgue de La Plata, el miércoles 16 de abril entre las 9 y las 12.30. “Es decir que fue asesinada entre las 19 y las 21 del lunes 14 y las primeras horas de la madrugada del martes 15, cuando ya se la había empezado a buscar. Las dos primeras horas de su búsqueda ella estaba viva. Y no estaba en el lugar donde la hallaron porque por ahí se pasó”, agregó Vaccarini.
“La data de la muerte cambia todo abruptamente porque además (Jonathan) Bianchi (hasta ahora el único imputado) quedaría afuera de la escena del crimen, adonde se lo ubicaba alrededor de la hora en que desapareció Marisol, y a pie”, explicó el abogado. La autopsia también dejó en claro la existencia de dos quemaduras “sobre el pubis derecho de Marisol. Ambas fueron realizadas con elementos circundantes, con un objeto similar a un encendedor de auto. Una fue más profunda que la otra y atravesó la calza negra que ella tenía puesta y también la bombacha. Las quemaduras estaban en las fotografías de la policía científica. No es que era un invento nuestro”, agregó Vaccarini y explicó que “en la autopsia no se habla de que haya habido abuso sexual”.
La existencia de las quemaduras en el cuerpo de Marisol fue uno de los puntos que Vaccarini mencionó en su escrito para recusar a la fiscal del caso, Patricia Hortel, que trabajó en el caso desde el principio. En el escrito presentado ante la justicia platense en julio pasado, los abogados también nombraron la posibilidad de que el escenario haya sido adulterado e irregularidades en la búsqueda de la mujer. Antes de que se hiciera la audiencia en la que se recusaría a Hortel, el fiscal general, Héctor Vogliolo, decidió el cambio de representante del Ministerio Público Fiscal.
Cambio de manos y nuevas líneas de investigación
El 18 de julio se decidió que la causa pase de manos de Hortel, que es la fiscal de Saladillo a Romero, que tiene su despacho en la ciudad de La Plata. “Ayer el fiscal Romero y el juez Melazo, se trasladaron desde La Plata hasta Saladillo y tuvieron la audiencia con todas las partes. Estaban dos de los hermanos de Marisol con su abogado, Sergio (Rachit, el esposo de la mujer) conmigo y Rubén Carrazone, el abogado de Bianchi”, explicó Vaccarini. “La reunión fue para conocer a las partes, porque el fiscal Romero está desde hace muy poco en la causa y muchas de las cosas le han ido llegando de a partes. Después él y Melazo se juntaron a solas para charlar con Rachit y los tres hijos de Marisol”, agregó Vaccarini.
“También se apartó a la departamental de 25 de Mayo y a la comisaría de Saladillo. Ahora la causa la va a investigar el departamento de homicidios de la Brigada de La Plata, a cargo del comisario mayor y abogado, Daniel Caterini”, explicó Vaccarini.
En la causa nunca hubo ningún detenido. Cuando Hortel quiso detener a Bianchi, Melazo le respondió que no había elementos suficientes para hacerlo y que la causa todavía “estaba muy verde”. Sumado a que la data de muerte lo aleja de la escena del crimen, Bianchi también se ofreció voluntariamente para que se le extraiga ADN. “Yo hubiera querido que no pasen 100 días porque la verdad huye, pero confío en que se encuentre el autor material”, concluyó Vaccarini.