En Rosario se hizo un curso de cuatro días para formar coordinadores del trabajo forense. Se simuló la escena de n crimen y hubo clases de química forense, papiloscopía, levantamiento de rastro, odontología forense y balística. “Esta capacitación sirve para lograr una buena investigación y que no se caigan las causas”, dijo Eloy Torales, coordinador del Programa de Criminalística del Ministerio de Justicia y DDHH de la Nación.
En el centro de Rosario, un vecino llamó al 911 porque escuchó tiros. Minutos después la policía del Comando Radioeléctrico llegó al lugar, una vieja obra en construcción. Entre los escombros, a 50 metros de la entrada, había una persona muerta que yacía sobre una silla blanca de plástico. Era un hombre y tenía una camisa azul con manchas de sangre. La coordinadora en la escena del crimen fue la que organizó las tareas de investigación: cercó el perímetro y llamó a dos testigos, le pidió al perito de actas que escribiese todo lo que veía en las inmediaciones del lugar. Después les indicó al médico forense y al fotógrafo que entren. Más tarde fue el turno de los testigos, el fiscal y los peritos balísticos. Había rastros de sangre y un arma tirada a pocos metros de la víctima.
Todo esto fue parte de una simulación en el curso de formación de coordinadores del trabajo forense en la escena del crimen, que se realizó esta semana en Rosario. Fue la primera réplica que se hizo en el interior del país después de la capacitación organizada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el Consejo Federal de Política Criminal de los Ministerios Públicos de la República Argentina y el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores.
La capacitación principal fue en junio, en la sede de la Policía Federal, en Capital Federal. En su apertura, el secretario de Justicia, Julián Álvarez, anunció que se formarían 500 coordinadores este año. En la primera réplica ya se constituyeron 150, entre cadetes de policía y funcionarios y empleados de fiscalías.
“Esta capacitación sirve para lograr una buena investigación y que no se caigan las causas. Esto puede suceder por no saber resguardar la cadena de evidencias y contaminar las pruebas”, dijo Eloy Torales, coordinador del Programa de Criminalística del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
La capacitación en Rosario se dio en la Escuela de Cadetes de la Policía de Rosario. Empezó el lunes pasado y duró cuatro días. Hubo clases teóricas de química forense, papiloscopía, levantamiento de rastro, odontología forense, balística forense, técnicas de investigación, manejo de la evidencia informática y protocolos de actuación en la escena del crimen. Al igual que en Buenos Aires, las materias estuvieron a cargo de profesionales de Prefectura, Policía Bonaerense, Gendarmería y profesionales criminalísticos de Santa Fe. Durante el último día se puso en práctica lo aprendido en la teoría.
“Las chicas superpoderosas” definió el procurador de Santa Fe, Jorge Barraguirre, a las tres fiscales que organizaron la actividad. Se trata de María Iribarne, Cristina Herrera y Mariela Giménez, que tienen en sus manos causas calientes de narcotráfico, seguridad del gobernador y administración fraudulenta en el club deportivo Colón. Herrera calificó la experiencia como “muy completa y necesaria”. Además, aseguró que continuarán armando equipos de trabajo para replicar la experiencia en otras ciudades santafecinas y que en octubre habrá actualizaciones de medicina forense. Estas fiscales fueron las elegidas porque participaron de la capacitación en Buenos Aires. De la misma manera, los que participaron en Rosario, tendrán que replicar la capacitación en sus lugares de trabajo.
Cada una de las “chicas superpoderosas” lideró un grupo de diez personas, fiscales y empleados judiciales de distintas fiscalías de la provincia de Santa Fe. Cada uno de ellos escogió un rol para los ejercicios de simulación, el último cargo en ser elegido fue el de fiscal. “Trabajamos de fiscal todos los días, queríamos algo distinto”, se río con Infojus Noticias Jorge Andrés, fiscal de Santa Fe. También dijo que esta nueva figura “sirve para llevarle información de calidad al juez y que suma al trabajo en equipo”.
En el mismo sentido, el fiscal rosarino, Carlos Cobani, participó de la capacitación y se mostró a favor de aumentar la cantidad de expertos criminalísticos en fiscalías y comisarías. También dijo que la figura de coordinador es fundamental en el proceso judicial.
Mientras se desarrollaba la práctica, los participantes intercambiaron experiencias de trabajo. La fiscal Sonia Bustos, del pueblito santafecino de San Cristobal, contó la importancia del entrenamiento. “Me ofrecieron hacer el curso y acepté porque me sirve para actualizar conocimiento tecnológico sobre la luz y cómo levantar rastros. También para capacitar a los policías con los que trabajo, que no pueden acceder a esta capacitación”, dijo Bustos. En la simulación le tocó ser perito y levantar pruebas. Para eso se puso un mameluco blanco y guardó sangre y pelos ficticios en recipientes, que después rotuló con fibrón rojo.
A media tarde, los participantes presenciaron un ejercicio de los cadetes de la Escuela de Policía de Rosario. En el marco de la cátedra de táctica policial, los futuros oficiales simularon ataques y defensas con armas de juguete. Se remarcó que muchas veces los policías tienen que tomar decisiones en pocos segundos para salvar sus vidas y la de los demás. “En la vida real queremos que el policía no mate a quien no tenga que matar. Queremos que vuelva a sus casas”, afirmó el jefe policial a cargo, mientras los fiscales miraban el ejercicio.
La segunda parte de la capacitación práctica fue en el polígono. Ahí distintos especialistas, entre ellos el cabo Lionel Cañete, técnico armero, explicó las diferencias entre un revólver, una pistola, un fusil y sus respectivos proyectiles. También mostraron un “arma tumbera”, construida con dos pedazos de caño que si se desarma sirve para pegar como la tonfa. Para finalizar, los que quisieron fueron a tirar al polígono, la mayoría de los participantes fue. Algunos, incluso, tiraron con el arma tumbera.
Los aportes del ministerio a los fiscales
En diálogo con Infojus Noticias, el procurador Barraguirre se refirió a la importancia del coordinador forense: “Como miembros de los Consejos Federales de Procuradores y de Política Criminal nos parece fundamental para poder uniformar ciertas prácticas básicas criminalísticas. Lo que era una práctica intuitiva se va racionalizando y cobrando un marco analítico y conceptual. Y también, una secuencia lógica para preservar el lugar del hecho que eventualmente sea la escena del crimen”.
El procurador también se refirió a los laboratorios montados con partidas de Nación: “Por obra de los convenios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación y los Consejos Federales estamos logrando que los Ministerios Públicos cuenten con laboratorios especializados. Estos laboratorios se están dotando y armando, tenemos dos laboratorios satelitales. Se están terminando de instalar los equipos que se han adquirido en 2013, que han llegado hace poquito. Y ahora estamos ilusionados con la nueva partida que se nos ha dado, que es de 40 millones de pesos”.
En la provincia de Santa Fe, conviven el viejo sistema inquisitivo y el nuevo sistema acusatorio. En el viejo es el juez el que investiga y en el nuevo, el fiscal. Barraguirre habló de la transición de un proceso a otro. “Creo que durante el próximo año y medio tenemos que demostrar que somos eficaces y despedir al viejo Ministerio Público con una graduación de honor”, sostuvo Barraguirre.
Las capacitaciones del Programa de Criminalística continuarán en todo el país, las próximas previstas son para Río Negro y San Juan. Del 25 al 29 de agosto, también habrá una capacitación para fiscales de la Procuración General de la Nación, que depende de Alejandra Gils Carbó.