Infojus Noticias habló con Ángel Strapazzon, dirigente del Mocase que declaró como testigo de concepto en el juicio a un empresario sojero y seis hombres que trabajaban para él, acusados del asesinar al joven santiagueño. “Este crimen no es una trifulca entre vecinos ni un hecho aislado. Se dio dentro de una estructura de lucha por la tierra, cuya explotación esta vinculada a negociados”, dijo.
Ángel Strapazzon, es dirigente del Mocase Vía Campesina y fue uno de los testigos de “concepto” que declaró ante el tribunal que debe decidir la suerte del empresario sojero Jorge Ciccioli y de otros seis acusados, entre ellos la de Javier Juárez, señalado como el presunto autor material del disparo que mató a Cristian Ferreyra hace tres años.
Después de declarar en Monte Quemado, Santiago del Estero, Ángel estuvo en Buenos Aires y habló con Infojus Noticias sobre el conflicto de fondo del asesinato de Cristian: el territorio. “Este crimen no es una trifulca entre vecinos ni un hecho aislado –aclaró- sino que se dio dentro de una estructura de la lucha por la tierra vinculada a negociados”.
En Santiago del Estero hay más de 6 millones hectáreas de tierras que están en conflicto, explicó Strapazzon y dijo que Ciccioli tuvo un conflicto con pueblo indígena que fue reconocido, “no con un poseedor veinteañal”.
El juicio entró en la recta final y además de Ciccioli y Juárez también esperan la resolución del tribunal los otros acusados por lesiones y amenazas: Carlos Abregú, Mario Abregú, Víctor Juárez y Walter Juárez.
-¿Por qué declaraste como testigo de concepto?
Durante muchos años acompañé lo que se llama la secretaria de tierras del Mocase (ahora el Movimiento Nacional Campesino Indígena), y lo hice en la tarea de comunicación, de hacer informes sobre violaciones a los derechos humanos. Tenía la memoria histórica y la experiencia de haber vivido las denuncias judiciales y de exponerlas en medios de comunicación mundial y en organismos internacionales de derechos humanos. Participé, junto con otros compañeros, del informe que se presentó en 2004, al parlamento nacional donde mostramos las flagrantes violaciones a los derechos humanos de los campesinos en Santiago del Estero.
Los jueces aceptaron mi testimonio para que se tenga un precedente de que no era un hecho aislado. Yo no digo que (Jorge) Ciccioli esté involucrado en eso, pero cuando él le dijeron que nosotros existíamos y que le convenía contratar grupos armados. Yo tenía que demostrar que no era una trifulca entre vecinos sino que se daba en el marco de una estructura de la lucha por la tierra que está vinculado a negociados.
-¿Cómo podes explicar el conflicto por la tierra entre las comunidades y los empresarios?
En Santiago del Estero, en años los ´70 se adquirieron tierras fiscales que había dejado la estructura del gran Chaco argentino. Eran tierras nacionales. Cuando se terminaron las forestales, los títulos de esas tierras quedaron a nombre de las provincias y se vendieron o distribuyeron para la agricultura familiar o campesina. Fueron tierras tituladas, y abarcaban la mesopotamia santiagueña, entre los ríos Dulce y Salado. En esos lugares donde la titularidad de la tierra, era dudosa, con el boom sojero de la expansión de la frontera agropecuaria, vinieron a presionar a los campesinos para expulsarlos. De las 17 millones de hectáreas que tiene Santiago del Estero, sólo hay 4 millones que están regularizadas, siete millones empezaron a titularizarse y regularizarse y 6 millones que están en conflicto. Estas son las tierras que están en disputa y estas son las tierras donde los campesinos están contemplados por la Constitución Nacional porque son poseedores veinteañales y en algunos casos son pueblos indígenas que la ley Argentina reconoce. Muchas de las comunidades se adscribieron a la ley de derechos territoriales de pueblos indígenas y fueron reconocidos por el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas). Otro punto es que el único relevamiento nacional se terminó en Santiago del Estero. De estos siete pueblos indígenas, cinco pertenecen al Mocase. El conflicto que tuvo Ciccioli es con un pueblo indígena reconocido y no solamente un poseedor veinteañal.
-El título que muestra Ciccioli, que supuestamente demuestra su titularidad de las tierras, fue firmado en otra provincia, ¿esto es común?
Muchas de las ventas de estas tierras que están en conflicto con campesinos se hicieron en escribanías en Buenos Aires o en otras provincias, y muchas de esas escribanías han desaparecido. En Santiago del Estero, hace un par de años fueron detenidos muchos miembros de la dirección de catastro de la provincia y varios escribanos fueron procesados falsificar títulos dominiales. No es una cuestión aislada el problema que ha pasado entre la familia Ferreyra y las comunidades de San Antonio, con Ciccioli y los Juárez. Muchas veces pretendieron hacer aparecer como que era un conflicto entre parientes o primos y esto hay que desestimarlo porque esa no es la situación. A los Juárez los contrató Ciccioli una vez que, según él, adquirió unas tres mil hectáreas. Es una clara situación de un conflicto entre partes donde una dice que tiene los papeles, pero papeles que han sido adquiridos en lugares de dudosa legalidad y legitimidad; y otra parte que tiene muchísimos años. La familia Ferreyra está ahí antes de la Constitución Argentina.
-¿Cuál es el rol que tiene la Dirección Provincial de Bosques?
La dirección por la ley de Bosques no debería haber permitido que una topadora entre al lugar que entró. Porque fue ahí donde se generó todo un conflicto de violencia y agresión. Y aún, cuando no tenía permiso del Ministerio de la Producción para hacerlo. Algunos dicen que el ministro autorizó a Ciccioli a desmontar. En mi fuero íntimo, yo no sé si el tipo dijo ‘andá y mátalo´, pero la criminalidad existe desde el mismo momento en que vos das la orden: andá y asustá´.
-¿Por qué es un juicio histórico?
Nunca tuvimos un juicio favorable a nosotros. Todos los juicios eran contra nosotros. En más de treinta años de lucha, que un empresario sea juzgado, para nosotros es un hecho histórico.
-¿Por qué cuando uno visita Santiago del Estero en el imaginario social está instalado que el Mocase es violento?
Porque una parte del periodismo, que es de derecha y facho a las cuestiones que tienen que ver con la distribución de la riqueza y la justicia social las estigmatiza como malas: se trate de un movimiento social o del gobierno, con las diferencias obvias que hay entre uno y otro. Tendríamos que reinventarnos y crear siete radios FM propias. Donde no pudimos influir hay una visión de la elite, de los grupos hegemónicos de la Argentina.
-¿Cómo era Cristian?
Era un chico que se dedicaba a tres cosas. Conocía mucho de árboles frutales y juntaba alimento para los chanchos y los caballos porque a él le encantaban. Era amansador y manejador de caballos. Cuando salió el programa de la Secretaria de Ambiente de la Nación para hacer 250 aljibes él se ofreció voluntariamente a ayudar al equipo que fue contratado. Para desarmar la farsa de que el Mocase es violento, y que Cristian era violento, podernos decir que teníamos muchos proyectos aprobados por los ministerios de la Nación. Era un chango que le gustaba vivir en el monte.
-¿Qué esperan para el final del juicio?
Yo no creo que un poder del Estado se arriesgue a tener detenido tres años a un empresario que tiene poder político y económico si no tuviera serias pruebas o indicios contundentes de que es responsable y culpable, porque imagínate que si sale en libertad le va a pedir indemnización a la provincia. Creo que Ciccioli va a ser condenado.