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Salta lució como una anfitriona de lujo. El último día del Encuentro Federal de Mediadores, organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y el Ministerio de Justicia de Salta, arrancó con retraso. Los inscriptos, más de 700 personas, fueron llegando lentamente al Hotel Alejandro I (sede central de las actividades) luego de dos días de disertaciones, talleres y paneles.

Fue un sábado lluvioso y frío, y a los participantes les costó levantarse. Muchos arribaron al hotel con el “bolso de viaje” en mano. Al encuentro asistieron personas de diversas provincias del país y de países de Latinoamérica. En esta tercera jornada los participantes entraron en confianza y se intercambiaban los teléfonos haciendo honor al lema del encuentro: “Promoviendo la construcción de redes”.

Previo al acto de cierre se realizaron los dos últimos paneles de las jornadas. El primero se llamó “Buenas prácticas de Mediación Comunitaria” y el segundo “Buenas Prácticas de Mediación a Distancia”. Allí se habló sobre la utilización de las nuevas tecnologías aplicadas en las mediaciones a distancia. Se destacaron la importancia de las videoconferencias y la pérdida del miedo (tecnofobia) por parte de los mediadores. 
La organización ODR de Latinoamérica, de manos de su presidente, Alberto Elisavetsky, le entregó el “premio impulsora” a la ministra de Justicia provincial, María Inés Diez.

El acto de clausura estuvo a cargo de la ministra de Justicia provincial, y de Marcela Uthurralt, directora nacional de Mediación y Métodos Participativos de Resolución de Conflictos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Allí anticiparon que el año próximo se realizará el Segundo Encuentro Federal de Mediadores en la provincia de Buenos Aires. 

Una historia de mediación

Tres localidades, un predio y un conflicto: la basura.

Animaná es un pueblo de mil quinientos habitantes y se encuentra en el sur de la provincia de Salta, a unos 8 kilómetros de Cafayate, en la zona de los Valles Calchaquíes. Un descampado ubicado en las afueras del pueblo era utilizado para tirar la basura.

Sin embargo, el vertedero no era potestad sólo de Animaná: allí también llegaba la basura de Cafayate –que cuenta con 15 mil habitantes- y de San Carlos –con 6 mil-. El vertedero colapsó y hubo un conflicto entre las tres intendencias. Y entonces se recurrió a un mediador.

Los tres intendentes, Ignacio Condorí, de Animaná, Fernando Almeda, de Cafayate y Roberto Vázquez Gareca, de San Carlos, crearon el primer consorcio de gestión integral de residuos sólidos urbanos de los Valles Calchaquíes. Avalado por el mediador, se concretó con un presupuesto de 4 millones de pesos aportados por el gobierno Nacional. Según explicaron desde el ministerio de Justicia, se trató del primer sistema de este tipo creado en el país.